viernes, mayo 20, 2022

Bon Voyage, Vangelis

Otra vez estaba en medio del nuevo post de ciencia ficción para Godmakers, cuando, repentinamente: ¡madres!, ¡se murió Vangelis!


La noticia se dio a conocer hasta hoy, jueves 19 de mayo de 2022, por parte de la oficina de sus abogados –que tampoco aclararon la causa de su muerte, aunque se sospechan secuelas del COVID–, pero su muerte ocurrió el martes pasado, 17 de mayo de 2022, en un hospital de París.

Biografías y discografías abundan en internet, y a partir de este momento van a saturar la red; a mí su muerte solamente me trae los recuerdos de cuánto impactó su carrera y su música en mi vida.

Vangelis, la época de "Carros de Fuego".

 La primera vez que lo oí, fue con el soundtrack de "Carros de Fuego" (Hugh Hudson, 1981, aunque se estrenó en México hasta 1982). Y por la emoción de la compra, también compré el disco "China" (1979). Siendo un escuincle clasemediero, "Carros de Fuego" me llamó la atención por el tema principal y ya.

Pero "China" se me hizo demasiado complicado, demasiado profundo…, pero nunca desagradable. Mi  destino como chamaco clasemediero era ver lo que me decían que valía la pena, reírme de lo que todos se reían, desarrollar los gustos aprobados por la mayoría: ver las telecomedias, los planos programas cómicos, oír los éxitos pop que todos decían que estaban chidos. No entendí bien "China" durante años. Pero fue lo primero que me hizo voltear a ver lo que no debía, donde uno podía verse a sí mismo.




Ya no recuerdo los discos que vinieron después, posiblemente L'Apocalypse des animaux o Heaven and Hell, sus laberintos armónicos y la locura de los temas de "Cosmos". Lo que sí recuerdo, y muy vívidamente, fue que a mediados de los 80s compré el CD "Mask" de Vangelis (1985): resultó peor que "China", no solamente incomprensible, sino impenetrable y raro. Muy injustamente lo boté a las mazmorras de mi memoria.




Portada del álbum "Themes". Para mí una de las portadas
 más minimalistas, bellas y directas que se hayan diseñado.
 Lo dice todo sin decir nada.
Creo que ya a finales de la década de los 80s y principios de los 90s, conseguí los CDs "Direct" (1988) y el compilado "Themes" (1989). Estos mucho más amables con el melómano, pero sin perder ni un ápice  del  estilo Vangelis.

El álbum recopilatorio "Themes" (producido por el propio Vangelis en sus Nemo Studio para Deutsche Grammophon GmbH) fue muy trascendente porque contenía por primera vez 2 de los temas originales del soundtrack de "Blade Runner" (la canción "Memories of Green" es parte del soundrack, pero la canción ya había aparecido en el álbum "See You Later"). En mi post en Godmakers dedicado a "Blade Runner", había yo mencionado que Vangelis se había rehusado a interpretar la música de la película porque estaba enojado, pero recién me enteré de que la verdadera razón fue un conflicto de contratos. Para 1989, la cuestión legal ya estaba mucho más fragmentada, debido a esto, las diferentes compañías ya podían negociar entre sí más libremente.

Vangelis en la época de "Themes".

Personalmente, el álbum "Themes" fue un todo un parteaguas porque contenía muchas de las canciones que yo ya había oído en los álbumes que tenía, como "Chung Kuo" y "The Tao of Love" del álbum "China" y "Five Circles" del soundtrack "Chariots of Fire"; solamente que yo ya las escuchaba desde otras perspectivas, y a partir de ahí empecé a comprar y apreciar más los CDs con música de Vangelis. Ya había yo volteado hacia donde no debía; era hora de seguir el sendero que se supone que yo no debía seguir.

Hace mucho tiempo, mucho antes del surgimiento de las redes sociales virtuales, era yo parte de una lista de distribución literaria, con la especialización de ciencia ficción. Ahí fue donde vi un mensaje que proponía la tesis de que todo artista seguía las fases de crecimiento: juventud, madurez y senectud o decadencia. 

Vangelis y su hipnótica "Soil Festivities"
La fase de juventud se caracteriza por la originalidad y la fuerza de la experimentación; la música
interpretada todavía parece una mezcolanza de estilos y sonidos nuevos; pero siempre, siempre, nos muestra una nueva faceta. La fase de juventud de Vangelis –en forma muy general, claro–, abarca desde sus inicios hasta fines de la década de los 80s del siglo XX. De esa época vienen sus álbumes más experimentales, oníricos y fuertes (como la abstracta y compleja "Mask", la caótica armonía de "Heaven and Hell", las oníricas "Opera Sauvage" o "China" o la verdaderamente hipnotizante "Soil Festivities").

Voices por Vangelis, abstracta, 
brillante y onírica.

La fase de madurez se caracteriza porque la música ya tiene un estilo definido, es estética y sigue un cierto lineamiento sin nunca llegar a repetirse. Los ritmos, la armonía ya se ejecutan con facilidad, naturalmente, sin recurrir a experimentos complicados. Todas sus obras de fines de 1980s hasta casi diez años después, a fines de los 90s pertenecen a esta fase. Esto incluye las que considero sus obras maestras: "Voices" (1995) y "Oceanic" (1996).



Es muy difícil saber cuándo un artista entra en decadencia, cuándo sus obras ya no suenan tan originales, cuándo se está aprovechando de sus propios estándares y estilo definido. A veces esto se puede reconocer por las vueltas que da la vida: en 1998, Vangelis lanzó su álbum "El greco", que se considera de estilo clásico moderno. A alguien se le ocurrió hacer una película basada en este hecho histórico y Vangelis hizo el soundtrack de la película (2007). Pero, al final, ¿quién puede decidir eso? En el último tramo de su vida sacó a la luz tres álbumes de estudio: "Rosetta" (2016), "Nocturne" (2019) y "Juno to Jupiter" (2021).


Poco a poco entré en el mundo donde no debería estar, en un mundo de imaginación y sueños, de esperanzas y horrores: me enteré de los inicios de Vangelis en "Aphrodite's Child", de sus colaboraciones con Jon Anderson e Irene Papas, sus raros y experimentales álbumes "Sex Power" (su primer soundrtack), "Hypothesis" y "The Dragon", no oficiales, grabados en 1972 y recuperados y comercializados –creo– en 1978, donde Vangelis experimento con ritmos de jazz y rock progresivo, o el álbum "Foros Timis Ston Greco"  (Homenje al Greco) que más tarde se expendió en el álbum "El Greco" –este sí, comercializado y fácilmente conseguible. En cuanto al álbum "Mask", bueno, después de escuchar con atención sus experimentos acústicos y reflexionar sobre sus estructuras tan aleatorias como armónicas, decidí rescatarlo de los rincones de mi memoria. Sigue sonando raro, abstracto y complejo. Muy complejo. Pero ya no impenetrable; interesante e intrigante, tal vez. Multifacético, quizás. Un pequeño tesoro o recuerdo lleno de claroscuros, lleno de cimas y simas, de luz y sombras, eso seguro. Sin embargo, ya no desterrado a las sombras más eternas de mi memoria. Ya no más: ahora estoy consciente de que el camino que recorro es diferente al de los demás.

Febrero de 2021. Vangelis en su casa junto al DJ Armin van Buuren.

Al hombre desconocido.
Gracias.
Gracias por la imaginación compartida.
Gracias por permitir que el mundo pudiera ser tu compañero de viaje.
Gracias por las innumerables horas de ensimismamiento y reflexión que mostraron un mundo estructurado y armónico, lleno de luz y esperanza, oscuridad y miedo; por mostrarnos no un mundo bidimensional, sino algo que puede ser más grande de lo que soñamos.
Gracias y bon voyage, Vangelis.


7063.20


PD.
En serio, hasta me da vergüenza admitir que esta no me la sabía, pero el video de la presentación está disponible en YouTube. Vangelis. No podría ser de otra forma.


El tema es "Titles" de la banda sonora de la película "Chariots of Fire".




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