martes, mayo 08, 2012

A la izquierda del colibrí

Para Jorge Reyes,
que ya debe de estar en
el señorío de Tonatiuh.

La letra en nahuatl de la rola "A la izquierda del colibrí" de Jorge Reyes está basada en dos poemas de Nezahualcóyotl (1402 - 1472), el poema "Xopan cuicatl" (Canto de primavera) y "Ma zan moquetzacan" (Pónganse de pie):

Letra nahuatl de a canción "A la izquierda del colibrí":

Xopan cuicatl (fragmento).
...
Xopan cala itec,
tzontecochotzin.    (línea de Ma zan moquetzacan)


Zan tic moyahua
in puyuma xochitli.


Amoxtlacuilol in moyollo,
in tictzotzona in mohuehue[uh].



La traducción al español es:

Canto de primavera (fragmento).
....
En el interior de la casa de primavera,
soy papagayo de gran cabeza.   (línea de Pónganse de pie)


Tú sólo repartes
flores que embriagan.


Libro de pinturas es tu corazón,
haces resonar tus tambores.

Quizá estos fragmentos de poema no suenen muy estéticos según los cánones occidentales (después de todo, comparase a sí mismo con un papagayo cabezón no es una imagen mental muy poética), así que requieren ponerlas en contexto, sobre todo para nuestros amigos fuera de México:

Los pueblos mesoamericanos originales se consoderaban valiosos como pueblo, como sociedad, el individuo, ya fuera hombre o mujer (se respetaban las preferencias sexuales heterodoxas, así que están incluidos todos los géneros sexuales) no importaba mucho, eran todos iguales, así que para destacarse o diferenciarse entre sí se usaban adornos corporales, por lo que eran muy apreciados y valorados socialmente (hay que notar que -desgraciadamente- no se tomaban mucho en cuenta los logros intelectuales, culturales, morales ni artísticos). Los adornos más preciosos eran las plumas de aves tropicales: quetzales, colibríes y papagayos; entre más pequeña y colorida fuera la pluma, más multicolor y variado podría ser el adorno, y las plumas más pequeñas en un ave están en la cabeza.
Así que compararse con un papagayo de gran cabeza es una forma de decir que es alguien hermoso, llamativo, apreciado socialmente e incluso con alto rango en la jerarquía social (porque es lógico suponer que los plumajes, al ser muy apreciados, eran un lujo que solamente se podían dar los poderosos).

En estos días la frase "flores que embriagan" puede considerarse agridulce porque actualmente sabemos que muchos de las drogas que circulan por el mundo se originan en las flores y su procesamiento químico; y el decir que algo "te embriaga" (altera tus sentidos) no es algo muy halagador, en el pensar de algunos. En el mundo prehispánico las flores eran muy apreciadas según la intensidad de su color y su perfume, el mencionar "flores que embriagan" es como una celebración, una alegoría poética a una diversidad biológica y a un efecto físico de alegría de los sentidos (sí, los nahuas conocían el alcohol y las borracheras, pero solamente dejaban beber pulque -la bebida alcohólica que conocían- a los viejos, más responsables) no de embotamiento de la consciencia.

La imagen poética "tu corazón es un libro de pinturas" es equivalente al concepto que uso mucho en mis poemas: "los colores de tu alma", se refiere a que una persona nunca tiene el corazón monocromático, de un solo color, no es lineal, plana. Cada aspecto de la personalidad está representada por un color; el decir que el corazón es un libro de pinturas es decirle que tiene un alma profunda, llena de aristas.
El las tradiciones prehispánicas del valle del Anáhuac la música de los dioses era principalmente por percusiones, es decir, golpeando instrumentos. El resonar de tambores, más que anunciar algo militar como en las culturas occidentales, se consideraba un llamado de atención, una invocación a los dioses.

La frase "A la izqierda del colibrí" es muy significativa para los mexicanos: según la mitologia mexica, su dios principal, Huitzilopochtli también era conocido como "el colibrí izquierdo", concepto que también uso en mi cuento "La leyenda de los neonahuas".


"A la izquierda del colibrí", la que considero la obra cumbre de Jorge Reyes.

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