viernes, mayo 22, 2015

Leído: Soy Leyenda (novela Gráfica) de Steve Niles

Muy pobre ejecución gráfica y literaria. No es que los dibujos estuvieran mal hechos o algo, la novela gráfica Persépolis tiene dibujos mucho más básicos, pero es mil veces más interesante; me refiero a que aquí los dibujos se usan para ilustrar la historia narrada, amén de que la adaptación literaria no es muy afortunada. No puedo hablar de libro original de Richard Matheson a partir de esta pobre adaptación porque a lo mejor perdió muchos detalles y sutilezas durante el proceso, pero en la narrativa de la novela gráfica la historia es aburrida, sin algún objetivo o rumbo claro, cursi y chabacana.

Una obra de narrativa gráfica, de arte secuencial, cómic, historieta, tebeo o como le quieran decir muestra ilustraciones o dibujos que muestran lo que sucede con la trama: de manera análoga a una película, los dibujos o ilustraciones deben servir como parte integral de la narrativa; el usar las herramientas gráficas solamente para ilustrar lo que describe el texto es el equivalente cinematográfico a usar una voz en off para describir lo que estamos viendo.

La trama básica ya debe ser harto conocida por las películas basadas en la novela (Last Man on Earth, 1964; The Omega Man, 1971 y I Am Legend, 2007): una extraña pandemia ataca a toda la humanidad convirtiendo a todos los afectados en vampiros, quedan varios sobrevivientes, pero tan dispersos y alejados uno de otro, que todos piensan que son el último humano en la tierra que o se ha convertido en vampiro. Robert Neville, el protagonista de la historia así lo piensa. En la novela original, Neville no es un especialista en biología, ni en ciencia ni nada; es tan sólo un sobreviviente.
Así, sin objetivo ni dirección transcurre la historia, presentando cómo los vampiros se presentan al anochecer y al amanecer alguno ya están "muertos" por el hambre, conforme pasa el tiempo sus ataques son más predecibles y fáciles de adivinar, hasta que Neville lo considera casi rutinario. Por aburrición aprende algo de biología e investiga la enfermedad. Aprende mucho y recopila mucho, pero nunca llega a una cura. Me voy a brincar todos los pasajes aburridos y sin rumbo de la historia y me voy directo al anticlimático final: encuentra a una mujer y la captura, a pesar de que ella se resiste. Cuando la lleva a su casa empieza a dudar: aunque ella no sea un vampiro (la encontró a plena luz del día), podría estar infectada. Niles, el autor de la novela gráfica se avienta sus buenos dos capítulos mostrándonos como Neville se gana su confanza para poderl sacar una muestra de sangre y analizarla (y dándonos tiempo para pensar ¿por qué simplemente no la deja ir o la corre de su casa?). Al final ella se escapa golpeándolo con una maza de madera y dejándole una carta explicándole que en realidad ella lo estaba espiando porque ella ya es parte de una nueva especie: ni totalmente vampiro ni totalmente humano y consideran enemigos a los vampiros y a los humanos como él; aunque ella escapa, muy pronto aparece un grupúsculo que lo captura porque lo quieren ejecutar públicamente. La mujer lo visita en su cárcel antes de la ejecución y le da unas pastillitas para que se suicide antes de que lo torturen cruelmente mientras lo ejecutan.

De verdad que la adaptación cinematográfica (sobre todo  la versión más reciente, con Will Smith) está mucho más lógica y emocionante.

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viernes, mayo 15, 2015

Leído: Narcotráfico para inocentes (y quien los USA)

De El Fisgón (Rafael Barajas), editorial Chamuco (y los hijos del Averno), 2a edición, abril 2015.

Con información muy interesante y reveladora, hablando de cosas que a veces uno ya conocía, aterrizando otras que solamente eran suposiciones ydando una perspectiva alarmante y desesperanzadora pero en la dirección correcta, en mi opinión y justificando sus conclusiones con propuestas muy lúcidas, aunque -necesariamente- generales.

También  hay que recordar que éste es un trabajo periodístico, no literario, y así es el estilo de escritura que se muestra: directo, sin adornos, alegorías o suposiciones.

Obviamente que en México es indispensable, pero es un escrito bastante esclarecedor también en otros países y regiones azotados por la violencia (Colombia, Guatemala, et al).


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