Borroughs defendía esta idea arguyendo la aleatoriedad para la generación de textos, quitándo énfasis en el escritor como un simple generador de cadenas de palabras y subrayando su importancia como editor de ideas.
El usar imágenes y textos aleatorios es, como mencioné en mi post original, un reto interesante y divertido. A partir de elementos desconocidos y -muchas veces- divergentes- uno debe (o debería) llegar a un resultado armónico.
Tal como lo publiqué anteriormente, mi segunda portada es semi-aleatoria y con elementos en español. Aunque los textos sí fueron aleatorios, escogí los nombres que más me gustaron; escogí la imagen de acuerdo a lo que más encajaba (sí es aleatoria -más o menos- busqué "fractales" en Google y escogí el que más me gustó).
Bueno, sin más preámbulos presento mi segunda portada:

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