En estos últimos mese han habido algunos cambios en el ambiente cultural en México y me gustaría resaltar dos que he notado:
En el canal 11 de México, perteneciente al Instituto Politécnico Nacional y rebautizado de "Canal 11" a "Once TV México" -cosas de la globalización- ha estado reacomodando su programación para conformar "barras"; de esta forma, se puede hablar de la barra infantil, la barra juvenil, la barra informativa, la documental, etc. Algunos de estos cambios incomodaron a algunos conductores, televidentes y críticos (muchas veces el cambio de horario de un programa disfraza una forma de censura) y el director de Once TV dio marcha atrás y esos cambios se cancelaron.
Pero no se cancelaron todos los cambios: el programa "Diálogos en Confianza" donde se presentaba una mesa redonda con especialistas y público interesado en un tema específico, fue sustituido por una "barra" de programación llamada "Las mañanas en el once" donde hay media hora dedicada a una sección equivalente a "Diálogos en Confianza". De igual manera ha habido otros cambios y ajustes a la programación para adecuarla al concepto de "barras" de programación.
Este concepto parece muy bueno y lógico a primera vista, pero miremos más de cerca: las "barras" en horarios y días fijos están pensadas para que las puedan ver las personas que tienen tiempo libre en ese horario y ese día, así, una barra de programas televisivos matutina tiende a presentar programas de interés para la mujer, a mediodía se presentan el conjunto de programas para niñ@s ("barra" infantil), más tarde la barra juvenil (videos, música, opiniones de otros jóvenes, etc.) Y, ¿porqué presuponen que en la mañana los televidentes son todos mujeres? Y aunque sean mujeres, ¿no consideran que pueden tener gustos diferentes a lo que se les presenta en "Las mañanas en el once"?, al igual que su "barra" infantil o juvenil, ¿han pensado (los responsables de la programación) que los niños/jóvenes pudieran tener gustos diferentes? Cierto que pueden ver el resto de la programación para tener más variedad cultural, consideración que me lleva a la siguiente pregunta: ¿tratan de encajar ciertos rangos en sus "barras" en vez de apoyar la diversidad cultural?, ¿de verdad pensaran que ya estamos tan amaestrados, tan estandarizados, tan amoldados a ciertos gustos preestablecidos que encajamos en sus "barras" preestablecidas? ¿Alguna vez habrán oido de que los munado somos multifacéticos y multidimensionales? ¿Que algún melómano aficionado a la música clásica del s.XIX un día podría estar oyendo -muy a gusto- una buena ración de reggetón? ¿O que alguien que ha crecido oyendo baladas en español y a grupitos de "rock" televisivo prefabricado un día podría aficionarse al jazz del "Duque" Ellington si se le diera la oportunidad? ¿Porque a todos nos quieren medir con la misma vara?
Esto de las "barras" televisivas en canal once no parece gran cosa. Bueno, modificaron algunos programas y horarios, ¿y qué? ¿No estoy sobrerreaccionando?
Siempre se empieza de a poquito, lento, casi sin sentirlo, con un cambio muy pequeño en la programación de nuestro canal cultural, y de repente, un día ¡un programa sobre astrología!; sí, d'sos que explican lo que son los horóscopos, los signos del zodiaco, las influencias estelares y demás charlatanerías. Esto ocurrió en el segmento "Diálogos" de la "barra" matutina "Las mañanas en el once". Hace 2 o 3 meses circuló aquí en México un rumor por demás ridículo y de falsedad notoria: la vidente Giovanna pronosticaba un terremoto de proporciones alarmantes y cataclísmicas; lo que más me llamó la atención del scam (el rumor circulo a través de email y chat) es que se suponía que la orácula Giovanna había hecho su predicción en una entrevista de canal once. Como el canal once es cultural, tiene un índice de audiencia muy bajo, y la gente que podría verse engañada por el scam muy probablemente no esté en el conjunto de televidentes del once, así que el scam iba a funcionar perfectamente. Por las dierentes razones de distribución de los scams, el mensaje un día llegó a mi buzón y pude decirles a todos los que me quisieran oir (que no fueron muchos, creo que a la mayoría les gusta vivir aterrorizados/amenazados/engañados) que la pitonisa Giovana nunca, NUNCA JAMÁS aparecería en el once.
Después del programa sobre astrología, un escalofrío recorrió mi espina cuando imaginé que un día tendría que agachar la cabeza admitiendo que la vidente Giovanna si pudiera hacer sus predicciones en el que otrora fuera mi canal cultural favorito.
3107.58
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