Irlanda siempre había sido un desastre: balaceras en las calles, barricadas, atentados, bombas, guerrilla, pero hacia fines de la década de los 90s del siglo pasado, en Irlanda sucedió uno de los "milagros económicos" que de repente pasan en todo el mundo cuando -se supone- un país trabaja, se esfuerza y se concentra lo suficiente en su progreso y en el bien común.
El avance económico irlandés resulto fructífero y beneficioso, y tuvo un pequeño beneficio inesperado: en 1997 el ERI (Ejército Republicano Irlandés ) decretó un alto al fuego unilateral y un año después, el viernes santo de abril de 1998 se formalizaron acuerdos de paz (notas en La Jornada), acuerdos que fueron cumplidos poco a poco por el ERI y su brazo político, el partido Sinn Fein (notas aquí y aquí) , aunque los líderes unionistas del Ulster (Irlanda del Norte) nunca apoyaron los acuerdos ni creyeron en ellos. Al fin el ERI cesó toda su actividad violenta, aunque siguen existiendo políticamente (otra vez, la nota en La Jornada).
Esta, aparte de haber sido noticia feliz, confirmaba lo que muchos hemos sostenido durante años: para detener la violencia no se debe utilizar más violencia o confrontación directa, sino darle justicia y un nivel de vida digno a la gente. Eso es lo que hizo Irlanda: con su milagro económico logró que toda su población alcanzara niveles de vida dignos, superiores al simple nivel de supervivencia.
Cuando alguien tiene satisfechas sus necesidades básicas, el arriesgar la vida en una lucha armada se convierte en un sinsentido.
Pero hete aquí que "el hombre propone, Dios dispone, viene el diablo y todo lo descompone", el llamado "milagro económico irlandés" (al igual que muchas otras cosas en la economía neoliberal) estaba basada en humo, en aire caliente, en la especulación, en "burbujas económicas" y no resistió los embates de la crisis económica global de este inicio del S.XXI (nota periodística aquí).
Los irlandeses están regresando a la pobreza y con ella regresan el hambre, la insalubridad, las necesidades básicas insatisfechas..., y también regresa el odio y la violencia.
¿En realidad alguien querrá regresar al modelo económico neoliberal de fines del S.XX?
2905.32
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