En estos días en México se ha desatado un debate nacional debido a la intervención de intereses privados en Pemex (Petróleos Mexicanos) a pesar de que la explotación petrolera ha estado nacionalizada en México desde 1938. Yo no podía dejar de participar en el fandango, así que expongo mi opinión. Voy a utilizar un ejemplo ficticio muy pequeño y sobresimplificado para no tropezarme con mis propios pies:
Supongamos una compañía que vende algún antojito y supongamos que lo vende a $5.00. Voy a pensar que los antojitos están muy ricos y bien hechos y que la venta genera buenas ganancias. Siguiendo con las suposiciones, el costo de la materia prima por cada antojito es de $2.00 y el costo de preparación o mano de obra es de $1.00; esto nos deja que por cada antojito hay un costo de producción de $3.00 y una ganancia de $2.00.
Como la venta de antojitos ha resultado un éxito y la compañía está triunfando, voy a suponer que es comprada por inversionistas extranjeros. Todo parece seguir igual: el costo del antojito sigue siendo de $5.00, el costo de producción $3.00 y la ganancia $2.00.
Excepto que no es igual si se fija uno bien: cuando la compañía era nacional, los $2.00 de ganancia por antojito se quedaban en manos mexicanas y se podían utilizar como reinversión, o impuestos, o algo, pero era dinero de mexicanos y para mexicanos.
Siendo extranjeros los dueños, una parte de las ganancias se les va a sus manos, y el dinero de mexicanos para mexicanos se reduce. Eso no es lo peor: la parte de ganancia que se va a las manos de los inversionistas extranjeros es dinero de mexicanos que se va del país y quién sabe si regrese (peor aún todavía: según el neoliberalismo, esto es legal y no podemos hacer nada).
Éste es un ejemplo bobito, chiquito y hasta ridículo, pero extrapolándolo a las grandes ligas, con las ganancias, costos y reinversiones que genera Pemex (o cualquier gran compañía, para el caso es igual), la fuga de capital nacional va a ser muy grande y poco a poco va a afectar la economía nacional.
2611.68
2 comentarios:
Se te olvidó decir que la junta directiva de la compañía nacional la operaba de manera ineficiente, que ponía sus propios intereses por encima de los de los accionistas quienes, de los $2.00 de utilidad sólo recibían $0.02 entre todos.
El problema de PEMEX es la ineficiencia, corrupción e ineptitud, pero la solución estriba en corregir las ineficiencias y corrupción, no en dejar todos los problemas o carencias en manos privadas.
Ya hay demasiadas pruebas que demuestran que las manos privadas muchas veces son peores que las iniciativas públicas (Enron, Exxon, banco Unón en México).
¡Utópico?, tal vez, pero eso no implica que el razonamiento y las protesta estén equivocadas-
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